Alucinación colectiva por la Ingesta de Hongos

ARGOS PANOPTES

La primera vez que escuché hablar del gigante de cien ojos, Argos, fue en Rigoletto ( escuché cantar, entonces), en el aria de presentación del Duque de Mantua ( y que estamos hartos de oir una y otra vez en la radio). Dice así: " del furor celoso de los maridos/ del frenesí de los amantes me río/ incluso a los cien ojos de Argos desafío/ si me excita alguna beldad". La letra es de Francesco Maria Piave, basada en una novela de Victor Hugo ( el del gol de Maradona, claro). Como verán,esta exhortación a la infidelidad es propia de este tipo de música, aburrida hasta el sueño, que sólo permite escuchar el trino de pájaros gordos, y que como en este caso, se carga sólo un par de asesinatos, abusos de poder, etc. Y qué tiene que ver esto con el dibujo... Nada. Un marco lindo para un dibujo de un rato.
(Nota: en Rigoletto la opera no termina cuando canta la gorda, termina cuando  la desvirgada hija de un buffón deforme cae muerta en los brazos de su padre producto  del desleal trabajo de un asesino  que habiéndo sido pagado por el padre de la gorda para matar al violador, el Duque de Mantua, se deja en cambio convencer por su hermana prostituta quien repentinamente ha caído presa de los encantos del Duque, y mata, en  su lugar ala hija de quien le encargara el asesinato)

SILENCIO, AGUDA TORRE

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
(SILENCIO, Octavio Paz)